miércoles, 25 de noviembre de 2015

ulises fernandez cyberbullying en los adolescentes


Cyberbullying en los adolescentes y estudiantes






Las consecuencias a CORTO, MEDIO y LARGO PLAZO que producen el Bullying y el Ciberbullying, merman la realidad personal, psicológica y social tanto del agresor como del a víctima y el testigo. Ortega, Calamaestra y Mora (2008) en consideración a esas diferencias significativas entre el bullying y el ciberbullying y sus consecuencias, señalan las siguientes: 
EL CIBERACOSO PROVOCA UNA MAYOR INSEGURIDAD A LA VÍCTIMA, ya que al ser un fenómeno más abierto que el bullying, no se siente segura en ningún sitio por miedo a ser reconocida allá donde va y por ende, acosada 

LA EXPANSIÓN DE LA AGRESIÓN LLEGA A LÍMITES MAYORES que el acoso escolar puesto que permite la agresión sea vista por un mayor número de personas, por lo que también la humillación personal de la víctima es más profunda y considerable 

CREACIÓN DE CONCIENCIAS MALÉVOLAS Y CARENTES DE EMPATÍA, sobre todo en el caso del testigo por el conocimiento y aceptación de casos de ciberacoso y el mantenimiento de su silencio 

¿Qué es el Ciberbullying? 
 Es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas intervienen. 

¿Qué tiene que ver el ciberbullying con el bullying o acoso escolar? 
No son tan similares como podría pensarse. En ambos se da un abuso entre iguales pero poco más tienen que ver en la mayoría de los casos. El ciberbullying atiende a otras causas, se manifiesta de formas muy diversas y sus estrategias de abordamiento y consecuencias también difieren. Sí es bastante posible que el bullying sea seguido de ciberbullying. También es posible que el ciberbullying pueda acabar también en una situación de bullying, pero desde luego esto último sí que es poco probable. 

¿Cómo se manifiesta el ciberbullying? 

Las formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes: 

· Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones. 
· Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente... y cargarle de puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares. 
· Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales... 
· Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad. 
· Dando de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos... 
· Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad. 
· Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales...) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima. 
· Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso. 
· Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio. 
Diez consejos básicos contra el ciberbullying 

No contestes a las provocaciones, ignóralas. Cuenta hasta cien y piensa en otra cosa. 
Compórtate con educación en la Red. Usa la Netiqueta. 
Si te molestan, abandona la conexión y pide ayuda. 
No facilites datos personales. Te sentirás más protegido/a. 
No hagas en la Red lo que no harías a la cara. 
Si te acosan, guarda las pruebas. 
Cuando te molesten al usar un servicio online, pide ayuda a su gestor/a. 
No pienses que estás del todo seguro/a al otro lado de la pantalla. 
Advierte a quien abusa de que está cometiendo un delito. 
Si hay amenazas graves pide ayuda con urgencia.

en este video se explicara el ciberbullying y permitira comprender mejor el concepto

miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿Son las nuevas tecnologías la causa del ciberbullying?

    ¿Son las nuevas tecnologías la causa del                                       ciberbullying?






Si bien, obviamente, las nuevas tecnologías no crean el ciberbullying, es cierto que lo facilitan, al permitir estar en muchos lados al mismo tiempo, causando un daño que en el plano social es mayor y más difícil de reparar. 

Ejemplos sobran: la creación de un grupo en Facebook con tono ofensivo en contra de un profesor o de otro compañero; los fotologs con "versus" en los que se suben imágenes de dos estudiantes para que los demás voten por quién es más lind@, más simpátic@, etc... o la creación de una página web en contra de un compañero en la que se pone en duda su hombría, son ejemplos reales de un uso mal intencionado de la tecnología y reflejan algo que está ocurriendo más allá de la pantalla, pero que se torna más dañino por tratarse de un medio que permite el anonimato, brinda la facilidad de llegar a un gran número de personas rápidamente y, además, una vez que se dijo algo y fue leído por cientos de personas en un día, es muy difícil poder modificar el mensaje que lo "virtual" dejó en lo "real".

Las tecnologías son facilitadoras del cyberbullying en el sentido de "permitir" que ocurra, a pesar de que quienes quieran practicar el bullying lo van a hacer de todas maneras, sin que necesariamente exista un computador o un celular de por medio.

Pelicula Cyberbulling

                          Pelicula Cyberbulling



La película sigue a Taylor Hillridge, una adolescente que recibe una computadora para su cumpleaños de parte de su madre. Taylor está muy entusiasmada por la independencia de estar en línea sin su madre que siempre le observaba. Sin embargo, Taylor pronto se convierte en una víctima de acoso cibernético durante su visita a un sitio web social. Ella tiene miedo de contárselo a sus amigos, incluso a su mejor amiga Samantha y así llega a un punto de ruptura. Taylor de alguna manera casi se suicida con una sobre dosis de pastillas, pero no puede conseguir la cápsula correcta, así pues toma otra que solo la envían a un hospital. La mamá de Taylor se entera del incidente y tiene en el sistema escolar y la legislación estatal para evitar que otros pasen por el mismo problema que su hija. 

Casos del cyberbulling

                  Casos del cyberbulling

Cuéntanos tu caso

Si has sido víctima o testigo de algún caso de ciberbullying y quieres compartirlo con nosotros puedes escribirnos y contárnoslo: puede servir para ayudar a otros en la misma situación. Por descontado, guardaremos absoluta discreción sobre tu identidad.

Algunos casos de ciberbullying

Una adolescente e suicida tras sufrir años de ciberbullying a raíz de una sextorsión

Amanda Todd se mostró brvemente en topless por la webcam cuando tenía 12 años. A los 13 intentaron sextorsionarla a partir de una captura de aquel flashing. El sextorsionador acabó enviando su foto y publicándola en Internet, lo cual dio pie a un acoso dentro y fuera de Internet que acabó resultándole insoportable. Se quitó la vida en octubre de 2012, cuando sólo tenía 15 años.
(Caso extraído de )

Se suicidó después de ser acosado en una red social

Allem Halkic, un joven de Melbourne de 17 años, se quitó la vida en 2009 tras haber sufrido ciberbullying en una red social online. El tribunal que juzgó el caso en 2011 sentenció que había muerto a consecuencia de un acto de violencia.

Una niña de 10 años creó un exitoso grupo en Facebook para humillar a una compañera de clase

Romina Perrone, estudiante de 10 años en un colegio bonaerense, tuvo que sufrir que una compañera de clase crease un grupo en Facebook dando razones para odiarla. Llegó a sumar más de cinco mil fans y pese a los esfuerzos de la madre de Romina, Facebook se negaba a eliminarlo.
(Caso extraído de Ciberbullying.Wordpress.com)

Atacaron la dignidad de un compañero en Tuenti

Un joven fue condenado en Sevilla a pagar una multa de 100 euros por colgar en su perfil de la red social online Tuenti un fotomontaje de un compañero de clase con el que provocó deliberadamente comentarios despectivos hacia la víctima por parte de sus compañeros de bachillerato. Además, el condenado contribuyó en primera persona a dichos comentarios a través de los chats que sostuvo con sus compañeros. Junto a este joven, mayor de edad, varios compañeros de clase, menores, fueron condenados a trabajos en favor de la comunidad.
(Caso extraído de Stop-Ciberbullying.Blogspot.com)

Supera las consecuencias de una de las ridiculizaciones más conocidas de la historia de la Red

El quebequés Ghyslain Raza -que fuera ridiculizado en 2002 en el vídeo más visto de la historia de Internet, mientras blandía un particular sable láser estilo Star Wars– sufrió graves consecuencias por aquel episodio de ciberbullying de alcance mundial. Tras caer en una depresión tuvo que abandonar el colegio donde estudiaba y ponerse en tratamiento psiquiátrico. Llevó a juicio a los culpables de difundir el vídeo y tras solicitar una indeminización de 250 mil dólares obtuvo una cantidad -que no fue dada a conocer- mediante un acuerdo con los padres de los culpables. Con 20 años cumplidos acaba de reaparecer públicamente como el presidente de Patrimoine Trois-Rivieres, una entidad para conservación del legado cultural de su ciudad natal.

La acosaron hasta provocar su muerte (e incluso después)

Nueve adolescentes (siete de ellos, chicas) fueron juzgados en 2010 por acosar y maltratar física, psicológicamente y a través de móviles y de Internet a una compañera de escuela, inmigrante irlandesa. Phoebe Prince, de 15 años, fue acosada, humillada y agredida durante tres meses por algunos compañeros del instituto hasta que no pudo aguantarlo más y se suicidó ahorcándose. El acoso, de hecho siguió online tras su muerte.
El grupo de adolescentes que se sentará en el banquillo la insultaba a voces en los pasillos del colegio, en la biblioteca, en la cafetería o en el camino de vuelta a casa. La llamaban día tras día puta irlandesa y zorra, la empujaban, le tiraban cosas, le quitaban los libros de la mano y le mandaban mensajes de SMS con amenazas.

Se rieron del rarito hasta provocar su suicidio

Ryan se suicidó en 2003 después de años de agresión psicológica. Era acosado continuamente por ser supuestamente gay, afirma su padre. Tras años sufriendo diversos tipos de acoso, al llegar a la adolescencia una traición de un supuesto amigo tras una confidencia online derivó en la extensión del rumor de que era homosexual por todo el colegio. Una chica que le gustaba tonteó con él online haciéndole creer que le gustaba para después humillarlo en persona cuando él dio el paso fuera de la Red, además de distribuir los mensajes privados que había provocado con su fingido interés por él. Fue más de lo que pudo soportar.
Según palabras de su padre: Una cosa es sufrir bullying y ser humillado delante de unos pocos chicos. Una cosa es sufrir el rechazo de una chica y ver tu corazón destrozado. Pero tiene que ser una experiencia totalmente distinta a la de una generación anterior, cuando este dolor y esta humillación son ahora contemplados por una audiencia muchísimo mayor de adolescentes online. Creo que mi hijo habría sobrevivido a estos incidentes de no haber tenido lugar en Internet.
El caso fue clave para conseguir la aprobación de Ley de Prevención del Acoso en el Estado norteamericano de Vermont, siete meses después de la muerte de Ryan.
(Caso de Ryan Halligan, extraído del web creado en su memoria.)

Grabaron y publicaron una paliza a otro chico

Un grupo de siete adolescentes, internos en un centro de menores de Baleares, sometieron a vejaciones diversas a un compañero, al que golpearon y humillaron en varias ocasiones. La grabación se llevó a cabo en septiembre de 2008 con un teléfono móvil y fue enviada rápidamente a otros adolescentes. Los agresores la publicaron en Internet, por lo que difusión fue aun mayor.
El vídeo acabó en poder de la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor (ODDM) de la conselleria de Asuntos Sociales. Este organismo remitió una copia de la grabación y un escrito a la Policía. Los siete adolescentes de entre 15 y 17 años fueron arrestados acusados de trato degradante, humillación y vejación (delito contra la integridad moral).
(Caso extraído de Ciberbullying.Wordpress.com)

Crearon un web para reírse de los retrasados de clase

Un par de alumnos de una escuela primaria checa crearon un web donde se burlaban de algunos compañeros de clase un poco retrasados, escribían artículos mofándose de ellos y publicaban fotos que les sacaban.
(Caso extraído de Ciberbullying.Wordpress.com)

Humillaban a un compañero en YouTube

Entre los tres expedientes de ciberacoso incoados por el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja en el 2008 destaca el de seis menores que acudían a la misma clase y que insultaban y vejaban a otro compañero, llegando incluso a publicar en Youtube una fotografía del denunciante con comentarios humillantes. Tras la denuncia presentada por el agredido, el centro educativo reprendió a los menores quienes tuvieron que pedir perdón a la víctima y cambiar su comportamiento. El cabecilla fue, además, cambiado de clase. En este caso, no fue necesaria ninguna medida de alejamiento ni de cambio de centro escolar.
(Caso extraído de Stop-Ciberbullying.Blogspot.com)

Termina a tiros un acoso en MySpace

Una ciberconfrontación entre dos adolescentes de Cleveland que comenzó en la red social online MySpace fue escalándose hasta terminar en un tiroteo. Una de las menores implicadas (de 13 años) sufrió una herida de bala en una oreja cuando la otra menor se presentó por segunda vez en su casa, tras un primer enfrentamiento al que puso fin la madre de la menor herida, armada y acompañada por un grupo de amigos. El disparo, al parecer, fue efectuado por uno de los amigos acompañantes.
(Caso extraído de Stop-Ciberbullying.Blogspot.com

Reírse de la gorda de clase

Eché un vistazo al grupo. Eran los típicos chicos de barrio, bien educados. Vivían en una ciudad con buenas escuelas, calles seguras y de ambiente cordial y tranquilo. No me esperaba ninguna sorpresa.
Les pregunté con qué frecuencia utilizaban Internet y qué era lo que hacían en la Red. Todos respondieron que la utilizaban a diario. La mayoría reconoció que chateaban, navegaban por webs de música y deportes, y enviaban mensajes instantáneos y de e-mail a sus amigos. Algunos habían creado sus propios webs. Me dieron las típicas respuestas a mis típicas preguntas.
Entonces les pregunté qué hacían en la Red que sus padres no querrían que hiciesen (siempre me alucina la cantidad de niños que me confiesan cosas terribles sólo para ser útiles). Y ahí es donde la cosa se puso interesante. Unos pocos chicos admitieron haber creado un web para reírse de una niña con sobrepeso del colegio. Les hablaron a los otros en el cole sobre el web, y la niña se disgustó mucho, lógicamente. Publicaron un perfil falso en AOL (uno de los lugares más visitados de la Red) fingiendo ser ella.
(Caso extraído de la Guía práctica sobre Ciberbullying)

El empollón asesino

Pero la historia que de verdad siempre recordaré fue la de un chico de suave hablar, tímido e inteligente, y pelo rojizo. Era uno de los primeros de su clase, el tipo de chico que sabes que nunca se va a meter en líos. Levantó la mano y confesó haber enviado amenazas de muerte por e-mail. Eso llamó mi atención al momento.
Habló un poco sobre su vida. Dijo que no se mete en líos en la vida real. Entrega los deberes a tiempo, se va derecho a casa después del colegio, escucha a sus padres… Pero envía amenazas de muerte por Internet. Cuando indagué más, dijo que nunca haría nada malo, porque tiene miedo de que le descubran y de meterse en líos. También dice que le gusta ser un chico bueno.
Pensó que sería divertido representar sus fantasías en Internet. Cuando le pregunté por qué lo hizo, dijo sencillamente: “Porque puedo”. Es un buen chico. Es el tipo de chico que te gustaría que fuese amigo de tus hijos, ese al que siempre nos referimos cuando decimos “¿Por qué no serás como Fulanito?”. Nunca se le ocurriría ni soñar con amenazar a alguien fuera de la Red. Pero en Internet ya no es un estudiante aplicado y de buenos modales. Online él es el chico duro y violento que siempre ha fantaseado ser. Juega a ser otra persona. Es la versión ciberespacial del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Y lo hace desde la seguridad de su dormitorio, cuando acaba los deberes.
El problema es que cuando llega una amenaza de muerte por medio del correo electrónico, el destinatario no sabe que ha sido este inofensivo empollón el que lo ha enviado, y piensa que es una seria amenaza. También es una amenaza seria cuando la policía le sigue el rastro hasta su casa y llama a su puerta.
(Caso extraído de la Guía práctica sobre Ciberbullying)

“Querida Jennifer, te voy a matar”

Una madre nos envió frenética un e-mail. La estaban acechando en la Red. El acosador amenazaba con matarla a ella y a su hija. Conocía algunos detalles personales sobre ella de fuera de la Red, como su dirección y nombre completo real. También sabía su número de teléfono. Ella ya había ido a la policía, pero no parecían tomarse sus temores en serio. Temía por su seguridad y la de su hija adolescente. Faltó varios días al trabajo y estuvo en tratamiento médico a causa del estrés.
(…) Por suerte, el acosador también había dejado un rastro de información personal. Esto nos permitió identificarle con facilidad. Kelley contactó con él y le hizo ver que WiredSafety sabía quién era, y que lo que había hecho era un delito. Él vivía en Canadá y la víctima en los Estados Unidos. Pero va contra la ley en ambos países. (…)
Él se arrepintió inmediatamente. Admitió que era un adolescente y que sólo estaba haciendo el tonto. Pensaba que era divertido tratar de asustar a la gente, y no lo consideraba un problema grave dado que él no tenía intención de poner en práctica sus amenazas. Prometió no volver a hacerlo. (…)
(Caso extraído de la Guía práctica sobre Ciberbullying)

El colegio no evitó que grabasen un maltrato

En una sentencia condenatoria al Colegio Suizo por la agresión que en 2006 sufrió un menor y que fue grabada con un móvil por otro, La Audiencia de Madrid destaca que ni la profesora que entró en la clase tras la grabación del maltrato al chaval, ni la tutora ni el director, enterados de ello, quitaron la videocámara al muchacho que grabó los abusos, con el riesgo de que esas imágenes contribuyeran a la humillación del niño de haber sido difundidas. Por ello, condena al centro a indemnizar a la familia con 30.000 euros.
(Caso extraído de Stop-Ciberbullying.Blogspot.com)

Ciberacoso entre chicas por medio de bluetooth

Tres menores de Benamocarra (Málaga) fueron condenadas a dos años de vigilancia y seis fines de semana sin salir de su domicilio por acosar a una compañera de instituto. Las tres menores ya habían sido expulsadas del colegio durante un mes por pegar y grabar con el móvil a la adolescente, que en aquel momento tenía 13 años. El vídeo de la agresión fue distribuido vía ‘bluetooth’ entre los chavales del pueblo.
La familia de la víctima denunció que el acoso que sufría la menor le causaba trastornos en la alimentación y problemas para dormir. La jueza de Menores encargada del caso consideró a las adolescentes autoras de faltas de lesiones, y un delito contra la integridad moral. Además, a una de ellas se le añade un delito de revelación de secretos.
(Caso extraído de Stop-Ciberbullying.Blogspot.com)

10 Consejos básicos contra el ciberbullying

        

10 Consejos básicos contra el ciberbullying


  1. No contestes a las provocaciones, ignóralas. Cuenta hasta cien y piensa en otra cosa.
  2. Compórtate con educación en la Red. Usa la Netiqueta.
  3. Si te molestan, abandona la conexión y pide ayuda.
  4. No facilites datos personales. Te sentirás más protegido/a.
  5. No hagas en la Red lo que no harías a la cara.
  6. Si te acosan, guarda las pruebas.
  7. Cuando te molesten al usar un servicio online, pide ayuda a su gestor/a.
  8. No pienses que estás del todo seguro/a al otro lado de la pantalla.
  9. Advierte a quien abusa de que está cometiendo un delito.
  10. Si hay amenazas graves pide ayuda con urgencia.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Ciberbullying

                   Ciberbullying, acoso en la pantalla 



El ciberbullying es una gran preocupación desde hace años en algunos países (Reino Unido, EE.UU, Canadá, Australia…) por cuanto instaura la violencia en el ciberespacio con graves consecuencias para las víctimas. “Tras haber pasado tanto tiempo tratando de proteger a los menores de las personas adultas con malas intenciones, nunca imaginé que dedicaría tantos esfuerzos a protegerles de ellos mismos”, resumen Parry Aftab en su guía sobre ciberacoso. 

Bombardear con mensajes intimidatorios o insultantes, crear páginas web ridiculizantes, hacer correr bulos… son algunas formas del acoso online. 

¿Qué se entiende por Ciberbullying? 

Simplificando, y tomando como referente la acepción común de bullying, se entiende por ciberbullying o ciberacoso el maltrato sicológico continuado entre iguales usando las nuevas tecnologías online, es decir, en el “ciberespacio”. En detalle: 

Quedan excluidas las acciones puntuales (al igual que un menor no es víctima de bullying porque de manera aislada sufra una agresión física o verbal). Sin restar importancia a estos sucesos, que pueden tener serios efectos para la víctima y constituir un grave delito, un hecho aislado no sería ciberacoso. 
Hay que descartar también el acecho con fines de índole sexual, que en el caso de ser ejercido por adultos se denomina “grooming”. . 
Víctimas y acosadores son de edad similar, los “iguales”. 
Se extiende al entorno virtual del menor (Internet, telefonía móvil y videojuegos online multijugador). 
¿En qué se diferencia el ciberbullying del bullying? 

Los efectos: Por desgracia, no son menos graves que los del bullying. Aunque no haya agresiones físicas, las consecuencias sicológicas pueden ser incluso mayores. En varios países ya se han producido suicidios. ¿Qué efectos puede tener un comentario denigratorio en una página web que todo el mundo, en sentido literal, puede ver? La inmediatez y el alcance de Internet hacen que “las agresiones” sean sencillas de realizar (apoyadas en un supuesto anonimato y en la falta de percepción del daño causado al no ver a la víctima) y, al mismo tiempo, que tengan unos efectos potenciales devastadores. 

Los lugares y los momentos: Dado que el “ciberespacio” supone para el menor un entorno de socialización de primer orden al que no puede renunciar y que le acompaña en el resto de contextos (hogar, centro escolar, calle) no hay manera de crear “distancia” con quien acosa. Es inútil incluso encerrarse en casa o dejar de ir al colegio. Están ahí siempre, no hace falta coincidir en sitios u horas. El acoso se cuela en forma de email o SMS, en la libreta de contactos del Messenger, como aliado en un juego online... El ciberbullying puede tener su origen u ocasionar conflictos en el entorno escolar, pero no siempre va unido al mismo, por lo que bullying y ciberbullying pueden ser independientes o complementarios, sin que haya que presuponer que es el bullying el que antecede al ciberbullying, pudiendo haberse iniciado el acoso y/o enfrentamiento en el espacio virtual. 

Los agentes: Cualquiera puede ser víctima u hostigador a través de la pantalla, no hace falta ser más fuerte para agredir ni se es potencial víctima por una supuesta debilidad o por disponer de menores habilidades sociales. Puede incluso que quien sufre bullying se convierta en ciberacosador. Al no haber una componente física tan señalada como en el bullying, puede ser más común la participación de chicas. Tampoco es preciso que víctima y acosador se conozcan. En la Red la gente se relaciona, y se agrede, sin conocerse siquiera. 

El medio: A diferencia del entorno en el que se desarrolla el bullying, en el caso del ciberbullying Internet puede ser también un aliado de las víctimas de acoso o ciberacoso, un lugar o una manera donde encontrar otras compañías y consuelo… pero con cuidado… no sea que quien acosa sea el que engaña y ofrece su comprensión. 

Consejos para los menores 


Sé muy cuidadoso con los datos personales, dónde aparecen y a quién los proporcionas: nombre, teléfono, dirección, fotografías, centro escolar... Cuanto menos sepan de ti, mejor, más seguro estarás y te sentirás. Ten en cuenta también lo que en los chats expones de modo abierto o incluso en las salas privadas, ya que pueden ser pistas que otros usen para obtener vuestros datos. Usa siempre apodos y nombre figurados. 
Presta especial atención a la netiqueta o los modales de Internet como saludar, usar gráficos que expresen tu ánimo o intención (emoticones), etc. Considera que tus interlocutores pueden tener otra cultura, otra realidad social o malinterpretar lo que estás queriendo decir en realidad. Si hay un malentendido, trata de aclararlo con cortesía. 
Nunca respondas a una provocación y mucho menos siendo presa de la furia. Haz algo que te entretenga durante unos minutos para calmarte antes de volver teclear. Responder suele ser la mayor alegría para le puedes dar al ciberabusón además de empeorar las cosas. 
Cuando una amenaza o un acoso es persistente, trata de guardar lo que puedas a modo de prueba de lo sucedido, cierra la conexión y pide ayuda a una persona adulta (por ejemplo, si piensas que te acosa alguien del propio centro escolar, habla con el orientador). 
Consejos para las personas adultas 


Debes transmitir a los menores la confianza suficiente como para que recurran a ti en caso de apuro. 
No reacciones de forma brusca. Presta atención a la gravedad y frecuencia del acoso (para tratar de calibrar su magnitud) así como a la manera en que la víctima lo sufre. Apoyar al menor es lo primero para que remita su angustia. Luego ya llegará el momento de actuar. 
Cuando se dan amenazas graves de daño físico directo el tema debe tomarse muy en serio, máxime cuando sabes que quien acosa dispone de datos personales como dirección o centro escolar. Recurrir a la policía no está de sobra en estos casos. 
Si hay víctimas, es porque hay abusones, y no es fácil identificarlos, siquiera en la propia casa. Es bueno que cuentes a los menores que esas acciones causan un daño real y constituyen un delito. 

Porfavor, hagan que el cyberbullying desaparezca, y que el futuro mejore 
Les dejo un video para que tomen conciencia